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Pilar de Carlos V

Tambien llamado de las Cornetas.

 

El Pilar de Carlos V  es sin duda el ejemplar más importante que conserva en la actualidad la ciudad de Granada. Junto con la desaparecida Fuente de Plaza Nueva representa el grupo que podemos denominar pilares monumentales del siglo XVI.  Es importante por una serie de factores: el lugar que ocupa, los personajes que intervienen en él, la morfología, el programa iconográfico...

 

Está situado al final del camino izquierdo del bosque de la Alhambra que conduce directamente a la Puerta de la Justicia, enclavado junto al cubo defensivo de dicha puerta realizado en 1568.

 

Fue ejecutado en 1545 por el italiano Nicolao da Corte sobre trazas de Pedro de Machuca y patrocinado por el Conde de Tendilla.

 

Luis Hurtado de Mendoza, segundo Marqués de Mondéjar y tercer Conde de Tendilla ejerció la capitanía general de la Alhambra desde 1515 hasta 1539,  fecha que delega en su hijo D. Iñigo López de Mendoza, tercer Marqués de Mondéjar y cuarto Conde de Tendilla. Padre e hijo realizaron una importante labor de apoyo a la corona para la realización del proyecto imperial en la Alhambra. En 1527 comienzan las obras del Palacio de Carlos V  después de ser aprobadas por el Emperador que encomienda las obras al Conde de Tendilla. Esta relación emperador-conde va a ser tan importante que el marqués de Mondéjar decide unir su apellido a la figura del emperador a través de la heráldica de un pilar. Tanto D. Luis como D. Iñigo recurren a Pedro Machuca para los trabajos imperiales. Pedro Machuca había llegado a Granada en 1520 como retablista, pero pronto entró de escudero en la capitanía del conde de Tendilla. En 1527 comienza a trabajar de arquitecto-tracista del Palacio Imperial. Entre los artistas que trabajaron en él encontramos al escultor italiano Nicolao Da Corte. En este panorama artístico debemos englobar la construcción del Pilar de las Cornetas, conocido así en el siglo XVII. Atendiendo a la cronología el conde de Tendilla que lo auspició fue D. Iñigo.

 

El pilar consta de una pila rectangular que mide 11,20 metros de largo por 1,70 de ancho y 0,95 de alto. El frontis está compuesto de dos cuerpos y un remate semicircular. El primer cuerpo tiene tres calles centradas por sendos mascarones que expulsan caños de agua por la boca. El segundo cuerpo se limita a una calle central que alberga una gran cartela. A ambos lados de este cuerpo se colocan aletas rodeadas de decoración vegetal y en los extremos dos niños  vierten agua por unas caracolas que apoyan sobre sus hombros. El semicírculo superior encierra el escudo imperial con el águila bicéfala y el lema “Plus Oultre”.  Franqueándolo dos amorcillos sujetan sendos delfines y como remate aparece un pequeño querubín.

 

Tiene una estructura clásica dividida en pisos y en calles con disminución en altura, suavización de perfiles mediante aletas, coronación en semicírculo y animación por medio de angelotes y motivos vegetales. Las calles del primer piso se separan por pedestales que acogen escudos. La lectura iconográfica no tiene desperdicio:

 

• Centrando los paneles del primer cuerpo aparecen tres mascarones coronados, de izquierda a derecha, por haces de espigas, flores y frutos y pámpanos y uvas. Se han venido interpretando de dos formas. Unos piensan que hacen alusión a los tres ríos de Granada (Darro, Genil y Darro) y otros que se refieren a las tres estaciones productivas del año.

 

• Los pilastrones centrales de este primer cuerpo albergan ramas de Granado y el escudo de los Tendilla los dos extremos. Las dos interpretaciones anteriores en cuanto al significado de los mascarones pueden ser válidas bajo nuestro punto de vista pero nos inclinamos por la primera. La iconografía de los pilastrones de este cuerpo se centra en Granada y en la Alhambra. Por tanto, si atendemos al interés del Conde de Tendilla por la ejecución de este pilar aportando dinero para ello, es más lógico pensar que este cuerpo esté dedicado a la familia Tendilla y a la ciudad que representa simbolizada en sus tres ríos y en las granadas, fruto que se hace inseparable en el escudo de la ciudad.

 

• El segundo cuerpo y el remate semicircular, siguiendo este razonamiento, están dedicados al emperador. En la cartela del segundo cuerpo se lee:  IMPERATORI CAESARI/ KAROLO QUNTO/ HISPANIARUN REGI” (Emperador César Carlos V Rey de España.) El frontón semicircular que remata el pilar alberga el escudo imperial con el águila bicéfala y el lema “PLUS OULTRA”. Los pedestales que franquean la cartela están adornados con emblemas alusivos a la persona del emperador. La divisa de Carlos V situada en el pedestal izquierdo se compone de dos columnas sobre el mar que encierran el globo terráqueo. Enrollada en cada una de las columnas aparece una filacteria con el lema “Plus Ultra”-más allá- y encima de la tierra, el águila de una sola cabeza. El pedestal de la derecha representa el eslabón y el pedernal, símbolo del Toisón, orden de la que es el máximo representante.

 

El estudio iconográfico de la parte superior del Pilar merece una atención  muy especial. La orden del Toisón de Oro llega al Emperador Carlos V por ascendencia femenina. Fue fundada por Felipe III, duque de Borgoña en 1430 con motivo de sus bodas con Isabel de Portugal. Era una orden de caballería que aglutinaba a los principales nobles del reino cuya finalidad era la reconquista de los Santos Lugares.  María de Borgoña, su hija, casa con el  emperador alemán Maximiliano. Felipe “El Hermoso”, hijo de Maximiliano y María de Borgoña, será, por tanto, duque de Borgoña y Gran Maestre de la Orden. De Felipe pasa a Carlos V que aglutina todas las posesiones de los Habsburgo y de los Borgoña (sus abuelos paternos) y Castilla y Aragón de sus abuelos maternos.

 

La divisa de Carlos V es una provocación al mismo Hércules. El héroe culmina sus hazañas trasladándose a la Península Ibérica. Coloca en el estrecho de Gibraltar dos columnas con una inscripción:  “Non Plus Ultra” (no más allá) para poner límites al mundo conocido. La empresa de Carlos V supone un desafío a esta imposición divina con la promesa de extender los límites del imperio más allá de esas columnas: a los continentes americano y africano. Con todo esto, el segundo cuerpo del Pilar de Carlos V es una manifestación de todas las posesiones del soberano, heredero de una enorme monarquía.  Culmina el pilar con el escudo imperial y el águila bicéfala. Carlos es rey de España pero por encima es emperador de Alemania. Según este razonamiento la iconología del pilar evidencia la jerarquía o pirámide del poder: en la base está el gobernador de la Alhambra, el conde de Tendilla pero por encima está el rey de España que además y sobre todo es Emperador.

 

Adornando todos estos símbolos de poder se desarrolla un completo programa ornamental renacentista: mascarones, niños, delfines, querubines, decoración vegetal, aletas... El pilar está adosado a un muro realizado con sillares de piedra arenisca de Escúzar con una altura de 6,80 metros que le sirve de apoyo y realce. Está decorado con seis pilastras adosadas y cajeadas de orden dórico que sustentan un entablamento corrido. Los paños de muro que quedan entre las pilastas se animan por cuatro tondos hundidos en el paramento y altos relieves en el centro. En la composición quedan dos tondos a cada lado del pilar pues el paño central lo ocupa el frontón semicircular que rematael pilar. De izquierda a derecha los medallones representan:

 

• Hércules matando la Hidra de Lerna. Es uno de los doce trabajos en el que el héroe va cortando las cabezas de la Hidra de Lerna y, con la ayuda de su amigo Yolao, cauterizando las heridas con una antorcha para impedir que se regeneren. Debajo del tondo aparece la leyenda: “NON MEMORABITUR ULTRA”

 

• Los hermanos Frixo y Hele pasando el Helesponto sobre el Vellocino de Oro con la leyenda: IMAGO MISTICAE HONORIS. La leyenda mitológica del Vellocino de Oro está vinculada a la historia de dos hermanos, Frixo y Hele, hijos de Atamante y Népele, que deben huir de su casa tras contraer matrimonio su padre en segundas nupcias con Ino. La madrastra quiere sacrificar los hermanos a los dioses pero Zeus se interpone dándoles un cordero de oro alado para que huyan hacia el oriente. En el viaje Hele muere ahogada en el mar que desde entonces se llama Helesponto y Frixo consigue llegar a su destino. Allí es recibido por el rey de la Cólcide. Sacrifica el cordero y le entrega al rey la piel en agradecimiento por su hospitalidad. El rey a su vez consagra la piel al Templo de Ares, dios de la guerra. Esón, rey de Yolco en la región de Tesalia fue destronado por su hermanastro Pelias. El príncipe, criado por el centauro Quirón, puede recuperar el trono si logra traer el Vellocino de Oro, empresa que culmina con éxito con la ayuda de Meda y los Argonautas. Esta leyenda se vincula a la hazaña de reconquistar los Santos Lugares por los Caballeros de la Orden del Toisón y, por lo tanto, al Emperador.

 

• El tercer tondo representa a Dafne perseguida por Apolo. Dafne es una ninfa hija del dios-río Peneo. Cupido se venga de Apolo por haberse burlado de él lanzándole una flecha de oro quedando el dios perdidamente enamorado de la ninfa. A Dafne le lanza otra de plomo que le impide todo sentimiento amoroso. Cuando Apolo logra alcanzar a Dafne ésta se convierte en laurel, con el que el dios se fabrica una corona. Desde entonces el laurel es símbolo de recompensa por perseguir algo soñado y alcanzarlo. Por eso también está ligado al triunfo. Los césares de la antigüedad son coronados con este material. Debajo del tondo la leyenda reza así: “A SOLE FULGANTE FUGIT”.

 

• El cuarto tondo representa a Alejandro Magno cabalgando sobre su legendario Bucéfalo con la inscripción: “NON SUFICIT ORBIS”. El emperador Carlos V aparece como un nuevo Alejandro Magno, conquistador, dueño y señor de todo el orbe.

 

Rafael López Guzmán, estudiando el significado de estos tondos recurre a D. Diego Angulo y D. Santiago Sebastián: “... al interpretar estos relieves ven muy claras las alusiones al emperador en los de Hércules y Alejandro, así como en el de Frixo y Hele cabalgando sobre el Vellocino de Oro. En cambio, en lo que se refiere a la representación de Apolo y Dafne, piensan los referidos estudiosos, que sería una referencia directa al monumento en sí; Dafne huyendo del sol radiante (Apolo), la fuente protegida por el inmenso bosque de la Alhambra. Creemos que esta interpretación rompe la idea fundamental del programa: la exaltación de la idea de Emperador. Pensamos que la clave iconológica se encuentra en el laurel en que queda transformada Dafne cuando consigue atraparla Apolo. Según la leyenda, el hijo de Júpiter a darse cuenta de la imposibilidad de hacer de Dafne su esposa, prometió no casarse nunca e hizo que el laurel fuese, desde ese preciso instante, la recompensa por la cual lucharan poetas, artistas y hombres de estado. No hay que olvidar el fuerte valor simbólico que el laurel ostentó durante la época clásica, convirtiéndose en signo imperial. Más aún, Alciato en su “Emblemata” nos habla del laurel dedicándole un terceto alusivo al Emperador Carlos: Una corona de laurel se devee A Carlos Quinto, que la vittoriosa Frente gran razón es que tal la lleve. Si asumimos, por tanto, el relieve como alusión a la coronación triunfal del Emperador, se unificaría el “sensu” simbólico de los otros tres medallones.

 

Compartimos la opinión de López Guzmán en detrimento de los profesores D. Diego Angulo y D. Santiago Sebastián por la unidad temática. Además pensamos que aunque la alameda de la Alhambra es de esta época, no debió ser demasiado frondosa a mediados del siglo XVI para tener la concepción de una obra cobijada bajo el bosque como en la actualidad. En el XVII sí es bastante frondosa tal y como la describe Henríquez de Jorquera: “Caminando para subir a la fuerça por una cerrada alameda, a quien da principio una grandiosa y costosa cruz de piedra alabastrina –que para entrar en católicas fuerzas ha de estar la cruz delante-. Remata esta alameda en la imperial fuente que ya tengo referida, que sirve de antepecho a la principal puerta de la Alhambra. Pero en los años que se erige el Pilar creemos que sería mucho menos espectacular.

 

El Pilar de Carlos V se hace en piedra de Elvira y piedra franca de Alfacar. La primera piedra se utiliza para la peana, el suelo, la pila, los pilares del frontis, las armas, y el remate semicircular. En las condiciones de obra se especifican cada una de las piezas que debe llevar la pila y su forma dada por un  contramolde. Todas las piezas deben tener el largo suficiente para encastrarse en la pared y deben estar ligadas entre sí. El pilar está íntegramente realizado en piedra de Elvira. La pared del pilar, de piedra arenisca, ha de tener un pie de grueso sin el vuelo. La obra se adjudicó a Nicolao da Corte en octubre de 1545 por 134 ducados, sin la talla, sobre la traza y directrices de Pedro Machuca. La piedra de Sierra Elvira costó setenta ducados y fue proporcionada por Bartolomé Ruiz. La piedra de Alfacar fue suministrada por el cantero Juan de Nabardayn por 58 ducados el 5 de noviembre de 1545.  En 1624 el pilar fue restaurado por Alonso de Mena con motivo del viaje de Felipe IV a Granada. Rosenthal estudia el documento en el que Mena solicita el pago de su trabajo. Domingo Sánchez Mesa comenta que “partiendo de este documento, Rosenthal señala lo que puede ser obra de Niccolo, y que se reduce al escudo central con las armas del Emperador, en el que Mena sólo retocó una pequeña parte en la cartela inferior, los emblemas de las pilastras centrales de este cuerpo y, lo más importante, uno de los angelotes y el cuerpo de los otros tres.  El mismo autor señala que la cabeza del angelote derecho fue realizada en la restauración de 1624. Habría que acudir a este documento para profundizar en el tema de la restauración. 

 

 

 

 

 

 

                                                              (Fuente: La arquitectura del agua: fuentes y pilares de la Edad Moderna en Granada por Lucia Aguila Garcia

 

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