Pilarejo de Agreda
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El pilarejo de Ágreda está situado al final de la Cuesta de Santa Inés, calle perpendicular entre la Carrera del Darro y la calle San Juan de los Reyes.
Es un ejemplar muy sencillo, sin interés artístico alguno. De pequeño tamaño y realizado totalmente en piedra de Sierra Elvira, plantea una pila de perfil ondulado y borde a bocel. Ocupan el frontis dos rostros de mancebos con cabello ondulado, grandes ojos y boca abierta con caños. Los franquean pilastras muy simples que sostienen un entablamento corrido tripartito.
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Tiene más interés su ubicación que la obra en sí. Está apoyado en un paredón para salvar el desnivel entre la Cuesta de Santa Inés y la calle de San Juan de los Reyes. A la izquierda de la cuesta se levanta la magnífica portada manierista de la Casa de Ágreda y a la derecha queda el convento de Santa Inés. Los dos edificios datan del siglo XVI.
Pedro de Ágreda llegó a Granada en la primera mitad del siglo XVI desde la villa de Ágreda, en Soria. Sus descendientes ocuparon puestos muy importantes en la administración de la ciudad. A finales del siglo D. Diego de Vera Ágreda y Vargas, caballero de Santiago, veinticuatro de Granada y corregidor de las ciudades de Málaga y Vélez, construyó su residencia al final de esta cuesta. Su portada ostenta los escudos y símbolos de la familia y su interior denota la categoría de sus dueños.
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A su derecha fundó el Licenciado Bazán, también en el primer tercio del siglo XVI, el Convento de Santa Inés. En un principio era un beaterio para recogimiento de mancebas. En 1572 el Arzobispo Guerrero lo elevó a convento y fue dirigido por las Franciscanas Clarisas. El entorno es muy significativo para explicar la existencia de un pilar de agua. No es una calle muy transitada, más bien se trata de un espacio semipúblico. Entre los dos edificios se crea una plazoleta que sirve casi exclusivamente a sus distinguidos vecinos. El único dato para fechar el pilarejo en el siglo XVII es el que nos ofrece Enríquez de Jorquera:“... y el nombrado junto a Santa Inés que le llaman el de Ágreda...” , pues no tiene cartela ni escudo alguno que pueda ayudarnos a situarlo cronológicamente. Puede ser anterior y contemporáneo a las construcciones vecinas.